En deportes donde la explosividad define el rendimiento, los lanzamientos son el equivalente del tren superior a los saltos del tren inferior: acciones balísticas que combinan velocidad, coordinación y aprovechamiento del ciclo estiramiento-acortamiento. Pero a diferencia de los saltos, el trabajo con lanzamientos suele carecer de estructura.
Este modelo propone una clasificación funcional (extensivo, intensivo, reactivo) y una progresión basada en complejidad postural y velocidad de ejecución, inspirada en los patrones del atletismo y enriquecida con variantes prácticas como slingshots, scoops o tosses. Al integrarlos dentro del microciclo según la intensidad del día, los lanzamientos dejan de ser “ejercicios sueltos” y se transforman en un recurso potente, sistemático y adaptable, útil para cualquier disciplina que requiera transferir fuerza en forma de velocidad.
Una herramienta simple pero robusta para entrenar con intención, dosificar con criterio y potenciar lo que realmente importa: la acción específica del juego.