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Integrando los principios de fuerza y acondicionamiento en rehabilitación

 TEMA:

La rehabilitación, la fuerza y el acondicionamiento a menudo se consideran como entidades separadas en la recuperación de lesiones deportivas. Tradicionalmente, un atleta pasa del entorno de rehabilitación bajo el cuidado de un fisioterapeuta y/o entrenador deportivo al entrenador de fuerza y acondicionamiento para un regreso específico al entrenamiento deportivo. A menudo se considera que estas dos facetas del regreso al deporte tienen objetivos separados. El enfoque inicial de la rehabilitación posterior a una lesión incluye el alivio de la disfunción, la mejora de la curación de los tejidos y la provisión de una progresión sistemática de la amplitud de movimiento y la fuerza. Es necesario comprender los principios y parámetros específicos del entrenamiento al diseñar e implementar un programa de rehabilitación para un atleta. La comunicación y colaboración entre todas las personas que cuidan al deportista es imprescindible.

  1. Antecedentes y objetivo

Tradicionalmente se piensa que la fuerza y el acondicionamiento existen solo en el entrenamiento del atleta sano, mientras que la rehabilitación es para aquel que ha resultado lesionado. Una vez que el atleta completa su rehabilitación posterior a la lesión con el entrenador atlético y/o el fisioterapeuta deportivo, a menudo pasa a los entrenadores de fuerza y acondicionamiento para reanudar sus “entrenamientos en la sala de pesas” y su reinserción al equipo. Actualmente, la evidencia respalda la implementación de principios de fuerza y acondicionamiento en un programa de rehabilitación.

  1. Evaluación del deportista y del Programa de entrenamiento post-lesión

La implementación adecuada de un programa de entrenamiento post-lesión requiere una evaluación del atleta en rehabilitación, su deporte y los propios principios definidos del programa de entrenamiento. La reevaluación periódica del atleta, así como del programa y sus resultados, puede proporcionar al fisioterapeuta deportivo la información necesaria para manipular las diversas variables del programa de entrenamiento para lograr los objetivos deseados. Se deben determinar los requisitos o demandas de cualquier deporte específico para manipular adecuadamente las variables de entrenamiento a lo largo del programa. En las primeras fases de la rehabilitación, puede ser necesario corregir deficiencias específicas, como desequilibrios musculares, que pueden contribuir a la lesión. En las últimas fases de la rehabilitación, se debe enfatizar la fuerza explosiva en actividades que duren de 7 a 10 segundos con 20 a 60 segundos de tiempo de recuperación para replicar mejor las demandas del deporte. Las pruebas de rendimiento funcional se han definido anteriormente como el uso de una variedad de pruebas y habilidades físicas para determinar la capacidad de uno para participar al nivel deseado en un deporte, ocupación, recreación o para regresar a la participación de manera segura y óptima, sin limitaciones funcionales y con la capacidad de moverse correctamente. Si se determina qué parámetros específicos del programa (por ejemplo, movilidad, fuerza, potencia, resistencia y/o hipertrofia) son deficientes en el atleta en rehabilitación durante la prueba, el programa puede modificarse para corregir estas deficiencias. Las limitaciones demostradas en los patrones de movimiento fundamentales requerirían una mejora antes de poner énfasis en las fases siguientes (figura 1).

3. Parámetros del programa de entrenamiento tradicional

    El entrenamiento para el desarrollo muscular, que incluye fuerza, potencia y resistencia, requiere un diseño de programa diferente y variabilidad en la prescripción de ejercicios. El entrenamiento de fuerza normalmente implica una carga/intensidad del 80-100% de la cantidad máxima de peso que el individuo puede levantar en una repetición (1RM), utilizando aproximadamente de 1 a 6-8 repeticiones. El entrenamiento de potencia, por otro lado, requiere un componente primario de velocidad de movimiento. Por lo tanto, dado que la velocidad es inversamente proporcional a la cantidad de carga levantada, la carga tendrá que ser relativamente más ligera que las cargas utilizadas en el entrenamiento de fuerza para lograr la velocidad necesaria. Sin embargo, el entrenamiento de potencia requiere una base de fuerza. Si bien el entrenamiento de fuerza y potencia puede requerir componentes de entrenamiento similares, el entrenamiento de fuerza es bastante único. El entrenamiento resistido puede implicar muchos métodos (entrenamiento en circuito, etc.), pero el tema común son las repeticiones elevadas con cargas más ligeras. El entrenamiento resistido puede ser un método para lograr trabajar la hipertrofia ya que se sugieren cargas moderadas-altas y un rango de repeticiones de 8 a 12 para el entrenamiento de hipertrofia.

    4. Fases de la rehabilitación de lesiones

      Dependiendo del estado de la lesión, si hubo cirugía y las restricciones asociadas con la recuperación, la duración de estas fases será diferente. Existen algunas características, objetivos, precauciones y criterios comunes para avanzar a la siguiente fase.

      Fase I, Rehabilitación inmediata:

      Caracterizada por inflamación y dolor de tejidos y/o articulaciones, desuso, desentrenamiento, pérdida de rendimiento muscular, posible inmovilización (dependiente de la lesión) e inicio de la reparación y/o regeneración del tejido. Los objetivos principales que se abordarán durante esta fase son la protección de la integridad del tejido involucrado, la restauración del rango de movimiento (ROM) dentro de restricciones, disminución del dolor y la inflamación, y prevención de la inhibición muscular. Los criterios principales para la progresión a la Fase II incluyen: dolor mínimo con todos los ejercicios de la fase I, ROM ≥75% del lado no involucrado (NI) y patrones de activación muscular adecuados para los ejercicios iniciales.

      Fase II, Rehabilitación Intermedia:

      Se caracteriza por la continuación de la reparación y/o regeneración del tejido, un mayor uso de la zona del cuerpo involucrada, una disminución de la inflamación y un mejor rendimiento muscular. Los objetivos principales que se abordarán durante la fase II incluyen: protección continua de los tejidos o estructuras involucradas y restauración de la función de la zona del cuerpo involucrada. Los criterios para la progresión a la Fase III incluyen: ROM/longitud muscular/juego articular casi completo y 60% de fuerza de la musculatura primaria involucrada en comparación con el lado ileso.

      Fase III, Rehabilitación avanzada:

      Se caracteriza por restaurar la cinemática articular normal, el ROM y la mejora continua del rendimiento muscular. Los principales objetivos que se abordarán durante esta fase son la restauración de la resistencia y la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular y el control/equilibrio/propiocepción neuromuscular. Los criterios para la progresión a la fase IV incluyen: fuerza >70-80% del lado no involucrado (NI) y demostración de ejercicios de agilidad iniciales con la forma adecuada (por ejemplo, evitar el colapso medial de las extremidades inferiores bilaterales, movimiento coordinado y simétrico de todas las extremidades, revisión del movimiento de todo el cuerpo).

      Fase IV: Regreso a la función

      Se caracteriza por actividades que se enfocan en devolver al atleta su función completa. Los principales objetivos que se deben abordar durante esta fase son el retorno exitoso al nivel funcional anterior en la actividad preferida del atleta y la prevención de nuevas lesiones.

      5. Diseño de un programa de entrenamiento teniendo en cuenta las necesidades del deportista lesionado

        Para diseñar adecuadamente un programa de rehabilitación específico para el paciente y el deporte, se debe realizar un análisis exhaustivo, investigando factores como los requisitos fisiológicos y biomecánicos del deporte. Los componentes de este incluyen: análisis biomecánico general del deporte en el que participa el atleta en rehabilitación, de las fuentes de energía utilizadas en el deporte, de los sitios y patrones de lesiones comunes en el deporte, y además, uno fisiológico apropiado, que permita al fisioterapeuta deportivo diseñar un programa que aborde los requisitos específicos de fuerza, rango de movimiento, flexibilidad, potencia, resistencia y velocidad para cualquier deporte determinado. La especificidad del entrenamiento es la base de los programas de entrenamiento tanto funcional como de resistencia. Cada uno de estos ejemplos muestra cómo los programas de entrenamiento para el atleta en rehabilitación deben ser específicamente diseñados para adaptarse a sus necesidades y maximizar el rendimiento, al mismo tiempo que se previenen lesiones posteriores.

        Conclusión

        Los principios de fuerza y acondicionamiento, así como los parámetros de entrenamiento, son componentes necesarios para la toma de decisiones y la adaptación de cualquier programa de rehabilitación. Esto es especialmente crucial en la rehabilitación y el retorno completo a la función de un atleta lesionado. El fisioterapeuta deportivo encargado de implementar dichos programas debe conocer cada uno de los componentes y variables del programa de rehabilitación de un atleta.

        Referencias:

        Reiman MP, Lorenz DS. Integration of strength and conditioning principles into a rehabilitation program. Int J Sports Phys Ther. 2011 Sep;6(3):241-53. PMID: 21904701; PMCID: PMC3164002.

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