Las dietas cetogénicas se basan en la reducción de los carbohidratos por debajo de 50 g/día o el 10% del total de calorías de la dieta (Aragon et al., 2017).
Hay revisiones sistemáticas que no han encontrado descensos en los niveles de fuerza cuando se ha incrementado el consumo de proteínas y la dieta ad libitum (Kang, Ratamess, Faigenbaum, & Bush, 2020). Aunque, otras revisiones encuentran efectos negativos que correlacionan la dieta cetogénica y los niveles de fuerza (Murphy, Carrigan, & Margolis, 2021).
El problema se plantea porque evaluar el rendimiento en una sesión de entrenamiento en participantes de fuerza con perfil en la hipertrofia, quizás no sea la mejor opción. Primero, porque ambas revisiones no están realizadas en sujetos entrenados. Segundo, porque todas estas investigaciones están realizadas en la prueba de la 1-RM, usando, en su mayoría, press banca y sentadillas. En estas revisiones se encontraron aumentos en esta variable bajo aplicación de la dieta cetogénica (LaFountain et al., 2019; Wilson et al., 2020). Sin embargo, en nuestro estudio realizado en mujeres entrenadas encontramos descensos en la 1-RM a lo largo de 8 semanas de cetosis (Vargas-Molina et al., 2020).
“No hay descensos en los niveles de 1-RM en sujetos cuando se aplican dietas cetogénicas”
Pero ¿por qué no son válidas estas investigaciones para evaluar el nivel de rendimiento en una sesión en hombres o mujeres entrenados que tengan un perfil en la hipertrofia muscular?
Pues porque este tipo de pruebas son máximas y de corta duración, por lo que el sustrato utilizado sería la fosfocreatina (Kang, 2018). Puede ser de gran utilidad en modalidades como powerlifting o halterofilia ya que el esfuerzo es equivalente. Sin embargo, no es la mejor opción para valorar el rendimiento en participantes entrenados en fuerza que tienen un perfil basado en la hipertrofia muscular.
“La PCr (fosfocreatina) es el sustrato energético que se usa en la 1-RM, pero no es óptimo para valorar una sesión de entrenamiento con base en la hipertrofia muscular”
En este sentido, monitorear las variables de manejo de carga dentro del ejercicio (es decir, repeticiones hasta el fallo, desplazamiento/velocidad de la carga, tiempo bajo tensión, descanso entre series, esfuerzo percibido, entre otros) podría conducir a una evaluación más precisa para evaluar el rendimiento en este tipo de población (Coratella, 2022). Según (McSwiney, Doyle, Plews, & Zinn, 2019), es posible que los efectos transitorios sobre la fuerza muscular durante una intervención dietética baja en carbohidratos no se aprecien con precisión mediante análisis convencionales (1-RM) en participantes de RT recreativos/avanzado (McSwiney et al., 2019).
De hecho, si tenemos como objetivo la hipertrofia muscular debemos priorizar una frecuencia de entrenamiento de dos días a la semana (Schoenfeld, Ogborn, & Krieger, 2016) y un volumen con 10 series por sesión, como media (Israetel, Feather, V., & Carl-Etienne, 2019). Al no tratarse de un volumen especialmente elevado, los sujetos que experimenten una falta de adherencia a la cetosis, especialmente durante las primeras semanas, podrían evitar que su rendimiento en la sesión de entrenamiento se vea afectado. De hecho, recientemente se ha informado que la ingesta de carbohidratos per se no afecta el rendimiento en el entrenamiento de fuerza en un estado de equilibrio energético para entrenamientos de hasta 10 series por grupo muscular (Henselmans, Bjornsen, Hedderman, & Varvik, 2022).
“10 series de media/total óptimo para hipertrofia = Hasta 10 series no parece afectar el rendimiento en una sesión de fuerza”
Por esta razón, se requiere de investigación específica que evalúe estos parámetros. De hecho, es el último artículo de mi tesis, la cual se está por publicar, y que expondré en esta plataforma de manera exhaustiva.
—En breve expondré más información al respecto—
REFERENCE
Aragon, A. A., Schoenfeld, B. J., Wildman, R., Kleiner, S., VanDusseldorp, T., Taylor, L., . . . Antonio, J. (2017). International society of sports nutrition position stand: diets and body composition. J Int Soc Sports Nutr, 14, 16. doi:10.1186/s12970-017-0174-y
Coratella, G. (2022). Appropriate Reporting of Exercise Variables in Resistance Training Protocols: Much more than Load and Number of Repetitions. Sports Med Open, 8(1), 99. doi:10.1186/s40798-022-00492-1
Henselmans, M., Bjornsen, T., Hedderman, R., & Varvik, F. T. (2022). The Effect of Carbohydrate Intake on Strength and Resistance Training Performance: A Systematic Review. Nutrients, 14(4). doi:10.3390/nu14040856
Kang, J., Ratamess, N. A., Faigenbaum, A. D., & Bush, J. A. (2020). Ergogenic Properties of Ketogenic Diets in Normal-Weight Individuals: A Systematic Review. J Am Coll Nutr, 39(7), 665-675. doi:10.1080/07315724.2020.1725686
LaFountain, R. A., Miller, V. J., Barnhart, E. C., Hyde, P. N., Crabtree, C. D., McSwiney, F. T., . . . Volek, J. S. (2019). Extended Ketogenic Diet and Physical Training Intervention in Military Personnel. Mil Med, 184(9-10), e538-e547. doi:10.1093/milmed/usz046
McSwiney, F. T., Doyle, L., Plews, D. J., & Zinn, C. (2019). Impact Of Ketogenic Diet On Athletes: Current Insights. Open Access J Sports Med, 10, 171-183. doi:10.2147/OAJSM.S180409
Murphy, N. E., Carrigan, C. T., & Margolis, L. M. (2021). High-Fat Ketogenic Diets and Physical Performance: A Systematic Review. Adv Nutr, 12(1), 223-233. doi:10.1093/advances/nmaa101
Vargas-Molina, S., Petro, J. L., Romance, R., Kreider, R. B., Schoenfeld, B. J., Bonilla, D. A., & Benitez-Porres, J. (2020). Effects of a ketogenic diet on body composition and strength in trained women. J Int Soc Sports Nutr, 17(1), 19. doi:10.1186/s12970-020-00348-7Wilson, J. M., Lowery, R. P., Roberts, M. D., Sharp, M. H., Joy, J. M., Shields, K. A., . . . D’Agostino, D. P. (2020). Effects of Ketogenic Dieting on Body Composition, Strength, Power, and Hormonal Profiles in Resistance Training Men. J Strength Cond Res, 34(12), 3463-3474. doi:10.1519/JSC.0000000000001935
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