El jet lag es uno de los estresores más subestimados en el alto rendimiento. Afecta el sueño, la coordinación, el tiempo de reacción y la eficiencia técnica, con impacto directo en resultados, como lo demuestran estudios en NBA, MLB y MLS. Su manejo requiere comprender la fisiología circadiana, anticipar ajustes antes del viaje y aplicar estrategias específicas durante y después del desplazamiento.
En este artículo repasamos la evidencia científica, los factores que modulan su impacto, las intervenciones más efectivas y un caso aplicado de planificación para un equipo sudamericano que viaja a Dubái.