Aunque a simple vista parezcan mundos opuestos, los deportes de combate y los deportes de equipo comparten más de lo que imaginamos. Desde la fisiología hasta la mecánica del movimiento, ambos demandan fuerza explosiva, agilidad física y cognitiva, resiliencia mental y una biomecánica optimizada para el rendimiento y la prevención de lesiones.
En este análisis abordamos sus similitudes fisiológicas (sistemas energéticos), físicas (fuerza, velocidad, agilidad), mentales (concentración, manejo del estrés) y mecánicas (patrones de movimiento, estabilidad articular), mostrando cómo el conocimiento y las estrategias de entrenamiento pueden transferirse entre disciplinas para potenciar el rendimiento y reducir riesgos.