El entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) ha pasado de ser una estrategia de alto rendimiento a convertirse en una opción segura y eficaz para la prevención secundaria y la rehabilitación de pacientes con enfermedades cardiovasculares. Investigaciones recientes muestran que, bien planificado y supervisado, el HIIT puede superar al ejercicio aeróbico continuo moderado en mejoras de VO₂max, función vascular, capacidad aeróbica y calidad de vida.
En este artículo exploramos la evidencia científica más reciente, los mecanismos fisiológicos que explican sus beneficios y las claves para implementarlo de forma segura y personalizada en pacientes cardíacos.