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Evaluación de Patrones de Movimiento: desde el piso a la cancha

 TEMA:

¿Cómo te empezaste a mover cuando eras un bebé? ¿Cómo te moverías ahora si te tirases al piso y tuvieses que darte vuelta para girar y levantarte? Vamos evolucionando, reaccionamos a diversos estímulos, y el movimiento se va construyendo de acuerdo a ciertos patrones. 

Centrándonos en los movimientos que realiza un atleta, en esta nota vamos a mostrarte cómo actúan estos patrones, y comprendiendo esto el entrenador va a estar preparado para hacer una evaluación adecuada.

Siguiendo con la lógica del movimiento, pero yendo a algo más complejo: ¿cómo se movería un niño que se puede levantar en el piso para correr?

Y en el mismo sentido, pero avanzando un poco más: ¿cómo te moverías si tuvieras que correr en el césped de una cancha?

A medida que fuimos “evolucionando” fuimos sacrificando algunos movimientos; esos movimientos que sacrificamos son los que necesitamos hoy, para poder desarrollar nuestras cualidades y desempeñarnos como atletas en el campo, en cualquier deporte. 

El movimiento y el atleta en el entrenamiento

Cuando evaluamos a un deportista nos surgen algunas preguntas. Veamos el ejemplo de un CMJ (Salto de contramovimiento). Antes de ver si el pico de fuerza o potencia son simétricos de derecha e izquierda, cabe preguntarse: 

¿Está preparado este atleta para ejecutar un correcto patrón de movimiento de triple flexión y extensión, para poder generar el power output que estoy buscando, para que después, con técnica de destrezas de movimiento, podamos generar ganancias en su aceleración?

Acá sucede algo fundamental: Si el atleta quiere entender lo que pasó con los movimientos en el campo, para poder ayudarlo en esa tarea, tenemos que saber ver y evaluar el movimiento.

No importa qué sistema usemos. Podemos estar dentro de un laboratorio de biomecánica con plataformas de fuerza y cámaras Vicon, con EMG de superficie, o podemos usar simplemente un celular y filmar de frente y perfil, y atrás.

La clave es que podamos descomponer esos movimientos y saber lo que tenemos qué hacer para que el atleta mejore en lo básico, para que luego pueda expresar las capacidades atléticas en el campo.

El movimiento y los estímulos sensoriales

Algo a tener en cuenta, a la hora de evaluar qué es lo que está pasando, es la respuesta al medio ambiente que estoy imponiendo.

El movimiento ocurre como respuesta a un rico ambiente sensorial. Para lograr calidad en el resultado del movimiento de los atletas, es muy importante proporcionar experiencias sensoriales adecuadas y apropiadas. 

Si se les pide mucho o se les proporciona demasiado estímulo para que su sistema nervioso central lo procese, entrarán en una sobrecarga sensorial y la calidad del movimiento se derrumbará. Esto a menudo se describe como el “pensar demasiado” en una actividad.

En el extremo opuesto, si el estímulo es excesivamente pequeño, es muy probable que los atletas no participen en la actividad. Por eso, el equilibrio es fundamental para lograr el éxito del movimiento que se busca. 

El movimiento y los estímulos verbales

Los coacheos táctiles, visuales, propioceptivos y verbales son las opciones que un coach tiene a su disposición, sin embargo, a la hora de corregir el movimiento, muchos profesionales se centran demasiado en los coacheos verbales. 

El problema de intentar corregir o instruir verbalmente el movimiento es que, por parte del entrenador, hay muchas suposiciones sobre lo que le está ocurriendo al atleta mientras entrena el movimiento:

  • el movimiento se vio en el ángulo correcto en el momento correcto.
  • el atleta que entrena el movimiento puede verbalizar exactamente lo que vio.
  • el atleta que intenta mejorar su movimiento, escucha y presta atención.
  • el atleta que intenta mejorar su movimiento entendió lo que el entrenador le estaba diciendo.
  • el atleta que intenta mejorar su movimiento puede procesar e implementar lo que se le dijo.

Muchos entrenadores pretenden que todo esto ocurra durante el movimiento. 

Al respecto, cabe citar una frase de Dan John, gran entrenador de fuerza: “durante un movimiento explosivo, no se puede pensar durante el proceso que realizas”. 

En realidad, este razonamiento puede aplicarse a casi cualquier movimiento coordinado, independientemente de la velocidad.

El movimiento y el estímulo de la gravedad

La única estimulación constante a lo largo de la vida es la gravedad: la gravedad está presente las 24 horas del día, los 7 días de la semana. El cuerpo humano se adapta continuamente a la gravedad y la supera. 

La totalidad de secuencia de neuro-desarrollo de un infante se basa en que se sobreponga a la gravedad. La gravedad está presente todo el tiempo, salvo que seas un astronauta o nadador.

Este hecho es demasiado importante para pasarlo por alto. Cada movimiento que se hace, estimula el cerebro y proporciona información sobre cómo se siente el cuerpo o una parte del cuerpo en relación con la gravedad. Manipular la gravedad puede aumentar o disminuir la dificultad de cualquier actividad, y puede aumentar o disminuir lo que cada individuo “siente”.

Los niños (o adultos) que no pueden sentirse a sí mismos, tienen una mala percepción de la gravedad y, como resultado, no son muy buenos con lo que se denomina “equilibrio” (el equilibrio es esencialmente el producto de cómo el cerebro clasifica a través de estímulos visuales, propioceptivos y vestibulococleares). 

Probablemente estas personas sean torpes, y es posible que tengan un control corporal deficiente. Los individuos pueden responder mejor a lo que sienten.

Gray Cook suele decir que “el lenguaje del movimiento es saber sentir”. El trabajo del entrenador radica en proporcionar el nivel adecuado de “sensación” del movimiento, para que el atleta que se está corrigiendo pueda comprender su defecto en el movimiento. 

Justamente, de eso se trata: Cuando el atleta llega a ese momento en el que siente lo que está haciendo mal, sólo así puede comprender el defecto, para luego corregir el movimiento.

El movimiento y los estímulos visuales: Las neuronas espejo

La información visual se ha utilizado frecuentemente para estimular el movimiento, pero a menudo ha girado en torno a un individuo que se mira a sí mismo en un espejo. 

Durante la última década, los nuevos conocimientos han demostrado que el recurso de observarse frente a un espejo, puede no ser el mejor mecanismo para capturar la información visual que está recibiendo el cerebro. 

A fines de la década de 1990, la investigación comenzó a discutir sobre las neuronas que se conocen como neuronas espejo. Estas son las neuronas que nos permiten imitar e imitar a los demás. Pensemos en el niño pequeño que quiere ser como su papá y (para bien y para mal), hace todo lo que ve hacer a su papá. 

El papel de estas neuronas durante el desarrollo de un niño es crucial, pero estas neuronas permanecen presentes durante toda la vida. Cada vez que los humanos ven a alguien haciendo o experimentando algo, las neuronas en el cerebro del observador se activan, como si se estuvieran viendo a sí mismos realizando la acción.

Esto permite que la persona obtenga información valiosa al “observar” a alguien realizar la tarea deseada. Muchas veces, las señales verbales pueden ser reemplazadas por la simple instrucción de “mírame y sé mi imagen reflejada”.

Una vez que entendimos que nuestro cuerpo reacciona constantemente a estímulos, es hora de ver cómo evaluamos en tiempo real a nuestros atletas.

El movimiento y sus patrones: Cómo evaluar a un atleta en el campo.

Hay una diferencia muy grande entre evaluar FMS (Functional movement screen) y lo que vas a poder trasladar, a evaluar lo que Mohamed Salah realiza en el campo.

Entonces: ¿qué es lo que tengo que saber para hacer una correcta evaluación?

Lo más simple es saber que vas precisar de correcta movilidad en la extensión de tu Hallux (dedo grueso del pie), de al menos 35 de flexión de tobillo (para poder desacelerar y cambiar de dirección) y 40 de extensión (mirá el pie de atrás de Salah).

No te olvides de la rotación interna y externa de tibia (observá el pie de adelante de Salah). Y llegamos a la parte que se complica, que es la cadera. No solo necesitás correcta flexión/extensión (115 a 120/10 a 20) de cadera, también precisás rotación interna y externa (30/40 grados)

¿Esto se puede evaluar de forma aislada? Se puede, pero si evaluás el movimiento sólo de forma aislada, no estarías notando que el cuerpo se mueve de acuerdo a ciertos patrones. A partir de la observación de estos patrones, vas a poder aislar los movimientos y vas a poder medirlos.

Si podemos reconocer y evaluar los patrones de movimiento de un atleta, vamos a poder ayudarlos a expresar sus destrezas: aceleración, velocidad absoluta, cambios de dirección, desplazamientos laterales, conectores de movimientos.

Como pudimos ver, contamos con numerosos recursos para aplicarlos con los atletas. Esperamos que todo lo visto en este resumen haya sido de utilidad, y que pueda ser una herramienta más en el entrenamiento.

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